sábado, 8 de octubre de 2011

BLANCO Y EN BOTELLA

Pepiño tiene un problema y es que la gente le tiene muchas ganas, lo dice el mismo. Son las ganas que le tenían a Alfonso Guerra, a Álvarez Cascos y ahora le toca a Pepiño. El problema es que Blanco no es tan listo como Guerra o Cascos.
Todo el mundo sabe que ir a una gasolinera se va a echar gasolina y a pedir consejo por asuntos personales. De hecho la Iglesia Católica se ha propuesta poner confesionarios en la gasolinera. Elena Valenciano merece una estatua ya, por la parida tan grande que ha dicho. Lo peor es que ya ha habido dimisiones y si por Gurtel se ha hecho lo que se ha hecho, por 400.000 euros habría que hacer algo más. Lo mejor: El País. dice que este escándalo salpica a un miembro del PP. Si es que no hay peor ciego que el no quiere ver..
Acabo. Nuestros partidos necesitan una especie de personaje malévolo para que el sufra el odio de los votantes contrarios y su lider esté más liberado. Creo que al final quien sale perdiendo es la democracia, no necesitamos personajes de esa calaña. Lo que hay que hacer es trabajar y dejarse de maquiavelismos. Y más si son tan torpes como Pepiño.

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