Particularmente tengo una sana envidia del Tea Party, le han dicho a la clase política hasta aquí hemos llegado y vais a hacer lo que diga el pueblo. El carismático Obama está hundido, lo reconoce él mismo, no es que lo diga Losantos, es que le dan dado un buen palo.
Independientemente de las opiniones que tenga el Tea Party, hay algo a tener en cuenta. Tenemos un país en el mundo donde los cuidadanos se asocian y luchan por sus derechos. Viven la libertad, viven pensando que es su responsabilidad las cosas que ocurren en la res-publica.
Por eso, la izquierda oficial ve mal todos estos movimientos. Porque los añorados vientos de libertad, son realmente vientos de burocracia, estatismo y lo que diga el partido. La socialdemocracia ha traido mucho bienestar, pero el cerebro lo tenemos empanado, se ha acabado con la iniciativa, con los proyectos personales, todo queda supeditado a la subvención, a la firma del funcionario.
Y la Iglesia es atacada por lo mismo, que rabieta tienen con el Papa, gracias Benedicto.
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